Tricia Cline

Nació en 1956 y creció en el norte de California. Cuando se graduó de la escuela secundaria en 1974, se mudo a Juneau, Alaska. Después de un tiempo de establecida comenzó a recorrer el país aproximadamente cada dos años realizando diferentes trabajos que no tenían relación con su actual profesión.

Su indecisión sobre su futuro la llevo a la búsqueda, de una conexión con "algo" más grande que ella. ". Pensó en "figuras de barro”

Esta artista considera que la gente ha olvidado el poder trascendental del arte.

“Aquí, el arte occidental ha sido glorificado como un producto del ego, como la revelación personal, esto no podría ser menos cierto, el arte viene de más allá de lo personal, desde el susurro trascendente que está siempre presente en todo el mundo (y cada cosa), y por lo tanto no hay nada personal en ello. Así que las imágenes que nos llegan no se basan en las ideas de la mente, las imágenes que vienen son invitados trascendentes - amigos - que desarrollemos una relación constante con ella. La imagen es un amigo que ha venido a enseñarnos su vida a través de la observación directa (no-interpretativo) de él, a continuación, ser posesivo de la misma es "matar a la serpiente." Es a través del respeto que las relaciones se abren hacia afuera, hacia la belleza, el respeto que permite que la imagen de ser quien es y no sólo una cosa en relación a nosotros”.

Alrededor de 5 años más tarde conoció a Toc Fetch, y juntos comenzaron a hacer lo que llamaron trabajo de la observación directa. Direct-observación de la inspiración es un cuidadoso amor sin interpretación mental. Este enfoque fue muy influenciado por los escritos del psicólogo James Hillman de quien aprendieron mucho acerca de la vida de las imágenes. El describe en su libro Blue Fire, un sueño, donde de repente una gran serpiente negra aparece, si el soñador, al despertar, decide interpretar el significado de la serpiente la mata. Y de ese modo la relación con la imagen se pierde, porque la gran desconocida se ha limitado a sólo lo que se conoce. La imagen es un invitado trascendente que viene a través de ustedes en forma. Pero a través de la interpretación le cortas el enlace a esa realidad trascendente.

Exiliados en Baja Utopía

Este cuerpo de trabajo es una oda a la de los animales, su capacidad de percibir, y nuestro regreso a esa percepción. Un animal es su misma forma. Su función es su forma. Un perro corre a toda velocidad, un olor distinto o sonido altera su dirección. Las piernas, la nariz, los oídos de los perros son su función, su felicidad. Cuando un animal reconoce otro animal se lee con la mirada instintiva al personaje en el encofrado de la naturaleza esencial de la forma antes. Su texto no es un concepto acerca de lo que está mirando, sino una respuesta de cuerpo completo a la forma, el olor, el movimiento y la postura de la imagen en frente de ella. El lenguaje de los animales es el lenguaje de las imágenes. Una imagen no es una idea con un significado definido, es en sí un animal. Esta es la oda-para volver a conectar con nuestra propia percepción de los animales es aclarar y aumentar nuestra percepción de quién y qué somos en el momento ... ir más allá de los conceptos mentales limitadas de lo que pensamos que somos ... a la conciencia de uno mismo que es infinitamente más vasto. Los Exiliados migran entre el mundo humano y el mundo animal y llevar esta conciencia en sus espaldas. Ellos son la encarnación silenciosa de esta cuestión. Ellos entienden el lenguaje de los animales y son embajadores autonombrados de ese mundo. Ellos están bien ajustados, en el lenguaje de los animales, el lenguaje de las imágenes. Han tenido éxito en virtud de ser.

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